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¿Cómo hice para que la gente se de cuenta de ciertas actitudes propias?

Todos tenemos partes ciegas. ¿Cómo podemos hacer para verlas en nosotros mismos y no sólo en los demás? ¡Usé esta herramienta y funcionó perfecto!

Seguramente a tu alrededor identificás que algunos colegas de otros sectores e incluso compañeros de tu equipo reaccionan de maneras muy propias a su personalidad. O tienen comportamientos y actitudes que no contribuyen a la convivencia ni al trabajo en equipo. El asunto es que no lo pueden evitar… fundamentalmente ¡porque no se dan cuenta!


👉 Lo escalofriante es cuando te ponés a pensar… ¿creés que a vos no te pasa?


⚠️ Claro que te pasa. Nos pasa a todos. Porque estas reacciones, comportamientos y actitudes pertenecen a lo que se llama nuestra parte ciega. Todos tenemos cosas propias que nos son ajenas a nosotros mismos.


🖥️ En un proceso consultivo dedicado a transformar personas (preservo confidencialidad del cliente) se me ocurrió recurrir a la Ventana de Johari. Es la que ves en la imagen. Combinando filas (que te invitan a pensar qué es lo que los demás ven o no ven de vos mismo), con columnas (lo que vos sí sabés o no sabés de vos), se forman cuatro cuadrantes. La idea es identificar actitudes, conductas y reacciones en cada uno de esos cuadrantes.


✔️ Por supuesto que cada uno de nosotros no es capaz de completar esta ventana en nuestro cuadrante ciego o en el desconocido. Por eso comencé el ejercicio bien práctico llevando a las personas a que pudieran diseñar la ventana… para otros. ¡Es tan fácil ver la paja en el ojo ajeno! Todos somos expertos en ver debilidades en los demás.


👉 Pero el asunto no termina ahí. Porque el simple hecho de reflexionar con esta herramienta, identificando casos prácticos, también llevó a cada una de las personas a quedar con la cabeza dando vueltas… ¿Cuál será la parte ciega mía? Terminó derivando en un ejercicio de introspección maravilloso.


✔️ Con el tiempo (a veces horas, a veces días) esas mismas personas, alertas a darse cuenta de lo propio, me volvieron a consultar o incluso me contaron que pidieron ayuda a su alrededor para que les dijeran qué veían de ellas. ¡Su actitud había cambiado! Todas las personas habían quedado más permeables a admitir sus propias debilidades. Y eso fue el principio para que sus partes ciegas dejaran de ser tales.


Para cerrar te digo: la parte ciega no necesariamente tiene que ser mala. Uno puede tener talentos que nos son ocultos a nosotros mismos. Un buen jefe, un buen coach, un buen entrenador… son quienes logran sacar esos talentos ciegos a la luz también. 


Organizaciones a las que ayudé con enfoques como este o semejantes han sido: TGS, Sancor Seguros, La Anónima, Toyota, Practia, Tenaris, UDLAP, ITBA, Deheza (Shell), AGD, Interbanking, Grupo Clarín, etc.

 

#trabajo #organización #personalidad #reacciones

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